viernes, 21 de septiembre de 2012

Anécdotas de novatos

Bueno, esto que aquí os cuento son situaciones graciosas pero que en el fondo no dejan de ser un poco ridículas.

Por ejemplo, cuando la clase entera salimos del aula donde se imparten las clases magistrales y nos quedamos todos parados en medio del pasillo sin saber a dónde ir para realizar la práctica correspondiente. Por suspuesto, molestando a todo el que necesite cruzar por delante de nuestra clase. Sin embargo, tiene un lado positivo: así hay tiempo de comerse el tentempié de la media mañana :P

O cuando subimos a la biblioteca y tenemos que preguntar 4 veces por dónde tenemos que ir para llegar a Medicina, y luego llegamos y nos volvemos a perder. Y lo más gracioso de todo es que los trabajadores nos ven con cara de perdid@s y nos preguntan "¿ Sois de primero, verdad?". Como si lo tuviéramos tatuado en la frente...

En fin... son gajes del oficio. ¡Qué demonios! Hacer el ridículo tan patéticamente es muy gracioso, digan lo que digan. Quedaos con esa filosofía, y ¡hasta la próxima! :)

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