miércoles, 14 de diciembre de 2016

Tres cuartos de médica

¡Hola! 

¿Cómo estáis?

Yo estoy ya metida en mi súper periodo de exámenes (dos mesecITOS jajaja), con lo que a pesar de que tengo muchas ganas de contaros mis rotaciones de este cuatrimestre no sé cuándo podré hacerlo. Os avisaré por Twitter cuando lo haga, no os preocupéis ;)

Por cierto; el otro día me acordé de que ni siquiera os he contado qué asignaturas tengo este cuatri:

- Pediatría
- Ginecología y Obstetricia
- Radiología y Medicina Física 2
- Medicina Legal y Forense

En esas estoy ahora jaja

Todavía no he rotado por Pediatría, pero tengo muchas ganas ^^
Ya sabéis que yo soy una de esas poco comunes (friki) personas que disfruta yendo a clase de casi cualquier asignatura, así que como de costumbre me ha gustado todo jaja
Pero, así como el año pasado ninguna especialidad me llegó especialmente, este año Gine y Pedia me están sorprendiendo mucho para bien. Especialmente Gine, porque ya sabía que Pedia me iba a gustar. 

Respecto a mi evolución, si cuando terminé Tercero era medio médica, ahora que estoy en Quinto ya soy tres cuartos de médica; noto muchísimo (tanto en mis compañer@s como en mí misma) que por un lado nuestra frikeza se ha disparado al doscientos por cien y que, por otro lado, somos mucho más capaces de razonar "médicamente". En las prácticas, resolviendo casos clínicos en clase... Si antes se nos veía el plumero ahora ya ni os cuento jaja 
Echamos Medicina por las orejas.

En las prácticas me encuentro muchísimo más a gusto, más segura de mí misma y con mucha más soltura a la hora de tratar con los médicos que nos atienden y con los pacientes a los que atendemos.
Esta soy yo en las prácticas (pero con gafas jajaja)
He hecho varias historias clínicas en la planta de Hematología (¡¡Sí!! Tengo mucho que contar :P) y me doy cuenta de que no tengo nada que ver a la chica de un año menos que las hizo en Respi, allá por estos meses del año pasado. Me temblaba la voz continuamente, me quedaba prácticamente en blanco... Ahora ya no voy a decir que lo haga todo  bien (ni mucho menos, evidentemente) pero voy mejorando (emoticono del brazo de Popeye del WhatsApp). 
Lo que más me cuesta es acordarme de preguntarlo todo, ¡siempre se me olvida algo!. ¿A vosotros os pasa/ pasaba? 

Todavía me queda un mundo por aprender, tanto de medicina como de comunicación y también de la vida, pero por fin veo que mi trabajo personal va dando sus frutos y eso me anima mucho a seguir :)

Mucho ánimo a todos los que estás estudiando a tope (MIReros, estudiantes de uni, de insti...), ¡que poco a poco podremos con todo!

Un abrazo :D

jueves, 10 de noviembre de 2016

Libros para estudiar Gine: Mi opinión sobre "Casos clínicos de Ginecología y Obstetricia" de Matorras y Remohi


¡Hola a tod@s!
Siguiendo con esta serie de “reseñas” de libros para estudiar que vengo haciendo desde bastante tiempo atrás (las tenéis en la página "Libros para estudiar"), hoy quiero hablaros de un libro que he utilizado (hablo en pasado porque estoy tan hasta arriba de trabajos que hace dos semanas que no toco ni un apunte jaja)  para estudiar Gine.
Se trata de  “Casos clínicos de Ginecología y Obstetricia” de Matorras y Remohi.
Atentos a mi doc-doc ;P
 
Editorial: Panamericana
Número de páginas: 588
Año de publicación de la edición que he utilizado yo: 2012


Lo que sí me ha gustado:
  • El libro está dividido por capítulos y además hay un índice de palabras al final; en conjunto, la información es fácil de encontrar.
  • Hay unos cuantos dibujos, fotos y esquemas que ayudan a entender la teoría.
 
  • La organización del libro es así: por cada tema, un caso clínico. Por cada caso clínico, un montón de preguntas con sus respuestas. Algunas preguntas hablan de qué harías respecto a ese caso concreto y otras son teoría del tema. Esto hace que la lectura sea más amena y facilita encontrar la información, porque solo con  leer la pregunta te puedes hacer una idea de sobre qué va cada respuesta.
  • El lenguaje me ha parecido sencillo y fácil de entender.
  • La edición del libro en general me gusta y se me hace fácil leerlo y estudiar con ello.
     



Lo que no me ha gustado:
  • Todo está teñido de rosa; que los títulos y los índices, los cuadros y los esquemas estén de rosa me parece estupendo, es un color como otro cualquiera. ¿Pero las imágenes en rosa? En mi opinión se vería mucho mejor si estuvieran de color normal, o incluso en blanco y negro.
          
  • No tiene la suficiente información como para ser considerado un libro de consulta completo. Al estar compuesto de casos y estar enfocado a un uso más bien práctico, hay unos cuantos conceptos que no vienen explicados o ni siquiera nombrados.
¿Para qué  lo he utilizado yo?
  • Para completar los temas de la comisión especialmente importantes o a los que no fui a clase; para esto me ha sido muy práctico porque como no viene mucha información, la que hay es lo más relevante explicado de forma concisa. Eso está muy bien para los “estúdiatelo-todo-todo” como yo, para que al no tener mucho que añadir no se nos vaya el tiempo de las manos.
  • Para completar la comisión que me tocó a mí. Aquí me gustó menos que la teoría fuera tan tirando a escasa porque tuve que mirar varias cosas en Internet.
 
Conclusión: Es un libro útil al que puede sacársele partido durante la carrera pero siempre teniendo en cuenta que vale más para entrenar a pensar en modo caso clínico y para aclarar algunos pocos conceptos que como libro de consulta.
 

Esto es todo por hoy. Espero poder venir muy pronto a contaros qué tal me va en las prácticas, que ya tengo ganas ;P
¡Que os vaya bien el resto de la semana!
Nos leemos :D

lunes, 17 de octubre de 2016

Primera experiencia: Autopsia

¡Hola!

¿Cómo os va la vida?

A mí me va bien; hay días (como hoy) en los que voy de la ceca a la meca corriendo todo el día y, evidentemente, estoy cansada. Pero mola mucho porque estoy viendo que realmente soy capaz de organizarme y hacerlo todo sin estar excesivamente (un cierto nivel en mí es irremediable jeje) estresada.

Vengo a contaros algo que he hecho hoy porque ha sido tan impactante que necesito compartirlo con vosotros.

He presenciado por primera vez en mi vida una autopsia.

Sí, sí, como lo leéis. Una autopsia.

Y, especialmente al principio, lo he pasado francamente mal.

La visión de una persona fallecida en una mesa de autopsias no tiene absolutamente nada que ver con los cadáveres de la sala de prácticas de Anatomía. 
En Anato estaban totalmente despersonalizados, con la cara cubierta y, la gran mayoría de ellos, ya diseccionados. Estaban resecados y olían a la sustancia en la que los mantenían conservados (que no sé si es formol o algún otro producto químico). Nos centrábamos en estudiar cada pequeña parte de su cuerpo y realmente no me impresionaron tanto. Asumí que aquello ya no era la persona, sino simplemente el recipiente orgánico que la había contenido.
"La autopsia" de Enrique Simonet, 1890

En cambio, hoy no he sido capaz de hacer esa reflexión, al menos durante la primera parte de la operación.
Tenía los ojos abiertos, oscurecidos por la desecación corneal, y parecía que en cualquier momento fuera a levantarse y echar a andar. La cara, la piel, todo me recordaba que ese cuerpo inerte hacía algunas horas respiraba, hablaba, pensaba y sentía. Que era una persona. Una persona que nunca volvería. 

Pero claro, ya no había vida en ese organismo y solo era un conjunto de células en proceso de putrefacción.
Así que los forenses han procedido a la autopsia.

"La clase de Anatomía del Dr Nicolás Tulp" de Rembrandt, 1632
Ha sido increíble presenciarlo: verlo, tocarlo, olerlo. Una parte de mí estaba horrorizada ante semejante monstruosidad a un ser humano, y me tenía que recordar constantemente que no lo viera tanto como una persona sino como el recipiente orgánico de una conciencia que ya se fue; y otra estaba anonadada por lo diferentes que son los órganos y tejidos en un cadáver reciente de uno de larga conservación para estudio anatómico: el inicio de la putrefacción, la grasa licuada, la sangre coagulada, el color de todos los órganos y vasos, la piel enrojecida con marcas vasculares, la frialdad al tacto. Los pulmones crujían un poco del aire que tenían dentro, al abrir el intestino ha salido contenido alimenticio fuera, hemos podido tocar la tráquea y comprobar lo endeble que es en realidad.
Impactante se queda corto.

Personalmente, dejando de lado el tema emocional y centrándome en lo físico, el olor ha sido para mí lo más difícil de soportar. Es un olor penetrante, que estaba siendo tolerable hasta que me ha sacudido de golpe cuando han abierto las cavidades abdominal y torácica. Ahí casi me han dado ganas de vomitar. Pero intentando respirar por la boca y alejándome cuando sentía que era más fuerte, he logrado sobrellevar la autopsia entera sin tener que salir. 

Realmente, a veces (sobre todo ahora que estamos estudiando Medicina Legal y Forense que trata todos estos temas) me planteo si siendo tan sensible el trabajo de médico no acabará conmigo.  
Tengo que hacer el esfuerzo de desdramatizar y deshumanizar para poder soportar (y llevarlas a cabo el día que me toque) ciertas cosas que se ven en la carrera, especialmente en las prácticas. 
Y no sé cuál es el buen punto medio, porque quiero ser una buena profesional y que las emociones no me cieguen pero no quiero dejar de ser empática y sensible porque algo en mí me dice que eso es lo mejor de la vida y lo que nos hace ser humanos. O al menos lo que me hace a mí ser humana. 
Supongo que, como todo, lo iré aprendiendo poco a poco y a fuerza de errores (no hay como equivocarse para aprender la lección). Pero, también como con todo, la duda siempre está ahí.

¿Vosotros también os sentís así a veces? ¿Cuál creéis que es la mejor manera de enfrentaros a estas emociones?

Que os vaya muy bien la semana, y nos vamos leyendo :)

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Propósito para Quinto: respirar

Hola a tod@s :)

Como veis por el título de la entrada, Quinto ya ha arrancado. Y va pisando fuerte.

Me presenté para ser delegada de una asignatura (me gustaría escribir una entrada contando mi experiencia y mis motivos para hacer semejante locura) y entre eso y que se me han juntado varios cumpleaños y celebraciones familiares en las que hay que organizar regalos, escritos... los días se me hacen agotadores.

Realmente no es que esté teniendo muchas horas de clase, pero las que tengo son muy densas y dan lugar a comisiones muy largas... Y yo ya estoy preocupada (sí, desde ahora. Lo sé, SOY UNA QUEJICA. No lo puedo evitar) porque me tocan todas las prácticas al final y no voy a tener tiempo para estudiar.

Soy muy consciente de que no es más que el mecanismo que arrastro desde siempre;  a mi subconsciente le parece que si no me estreso no voy a llegar a terminar nada de la lista de tareas pendientes.
Me paso el día mirando el reloj, diciendo en mi cabeza "Venga, Iratxe, ¡date prisa!" para conseguir hacer esto, y lo otro, y lo de más allá (correos, modificaciones de horarios, reuniones, fechas de exámenes, trabajos, estudiar) Y siempre quedan cosas por hacer.

Lo bueno es que estoy mejor que el año anterior; puede parecer una tontería, pero estoy yendo a la piscina con regularidad y guardo todos los días un rato para leer. Incluso consigo dormir 7-8 horas todos los días.

Así que bueno, poco a poco. 
Propósito para Quinto: Respirar :)


jueves, 8 de septiembre de 2016

Rotación por Psiquiatría




¡Hola! ¿Qué tal estáis?

Estamos a las puertas del nuevo curso, pero qué más da, yo sigo contando las rotaciones del curso anterior xD

Psiquiatría fue una de las rotaciones más intensas de todo el curso; tenía unas ganas tremendas de visitar la planta de Psiquiatría de mi hospital, y aunque salí de allí muy impactada también me sentí bastante decepcionada.

En mi hospi cada grupo de prácticas nos dividimos para que solo uno de nosotros estuviera en cada sitio: Urgencias, Primeros Episodios Psicóticos, Interconsultas y Planta (creo que no me dejo ninguno). A mí me tocó Planta.

En el hospital en el que yo estudio hay una planta de corta estancia, en la que solo ingresan los enfermos que están en un momento muy crítico de su trastorno; ahí estuve yo rotando.
Nunca había tratado de cerca con un paciente psiquiátrico, y emocionalmente me resultó muy duro. Al ser una planta de agudos, había pacientes que estaban en un momento muy grave de su enfermedad, y me impresionó mucho ser testigo de las patologías vistas en las clases magistrales como simple teoría encarnadas en personas de carne y hueso, con familias, con un pasado en el que estuvieron sanos…

Me afectó especialmente ver a los pacientes jóvenes, se me rompía el alma al ver cómo estaban y cómo estaban sus familiares. Recuerdo sobre todo a un chico con esquizofrenia residual (“se diagnostica en pacientes que ya no presentan síntomas psicóticos importantes pero que alguna vez cumplieron los criterios diagnósticos de esquizofrenia y siguen mostrando signos de la enfermedad como embotamiento afectivo o comportamiento excéntricoIntroducción a la Psiquiatría de Black & Andreasen, página 97) al que me resultó muy muy duro tratar porque el médico me contó que había debutado tras bastante tiempo consumiendo drogas y que su padre no lo había llevado al hospital hasta muchos meses más tarde de empezar con el cuadro, y que por eso el tratamiento había tenido tan pocas posibilidades de mejora y ahora estaba así (cuanto más tiempo transcurre entre el comienzo del cuadro y el tratamiento, más huella deja la enfermedad en el paciente y menos se puede recuperar); y pensé en lo injusto de la situación, en que yo nunca he consumido drogas, en en qué lugares tan sórdidos podemos terminar cualquiera de nosotros por culpa de cuatro malas decisiones…

También ha sido la rotación en que menos me he atrevido a participar como estudiante en prácticas, porque no sabía cómo hay que hablarles a los pacientes; si hay que animarles o no, negar sus ideas delirantes o no, callarse o conversar con ellos… Creo que el equilibrio emocional de una persona con una enfermedad mental es muy frágil, y me daba miedo generarles ansiedad o enfado. Así que opté por cerrar el pico y aprender de cómo llevaba las entrevistas el médico con el que estaba. Cuando cambié de médico vi que, como siempre y en todas partes, cada cual tiene su forma de hacer las cosas, pero más o menos sí que me quedé con ciertas reglas básicas.

La decepción de la que os hablaba vino porque, al ser una planta de agudos, los pacientes están poco tiempo y no hay casi nadie que haga un trabajo psicológico continuado con ellos.  
¿Recaen, vienen a las urgencias de mi hospi, les ajustan la medicación, se estabilizan y se vuelven a casa a volver a bregar contra su enfermedad solos? Pues, en la mayor parte de los casos, sí. Tal vez esté equivocada, pero me dio la sensación de que la parte psicológica de la enfermedad mental recibía muy poca atención. Ya sé que la sanidad pública no lo cubre porque es muy caro y demás, pero me esperaba que, al menos durante la estancia, la atención psicológica fuera mayor.

Cambiando de tema, no me veo en absoluto capaz de ser psiquiatra. No valgo para ese trabajo, me resulta emocionalmente agotador y doloroso, me llevaría las penas de todos mis pacientes a casa.
Además de que tengo que reconocer que el hecho de que se deje bastante de lado el resto del cuerpo humano me repele un poco, porque es una parte de la Medicina que me gusta mucho y con la que no quiero dejar de tener contacto. Con esto no quiero decir que los Psiquiatras se olviden de todo lo que no es la patología mental, ni mucho menos; manejan mucha medicación, y ya solo por eso tienen que controlar el organismo de sus pacientes en conjunto con mucha soltura, y las contraindicaciones e interacciones de los fármacos... Pero no se encargan de la fisiología cardiaca, digestiva, pulmonar... Y a mí eso es una de las cosas que más me gustan de la carrera, estudiar cómo funcionan los órganos. 
Así que, a pesar de que me encantó y me alucinó y me entusiasmó estudiarla, de momento no valoro Psiquiatría como una opción de futuro.


¿Y vosotros? ¿Habéis rotado por Psiquiatría? ¿Os llama la atención?

Por cierto; hace poco creé una cuenta de Instagram y actualicé la de Twitter; las tenéis las dos en la pestaña de Contacto. Muchas gracias a los que os habéis animado a seguirme hasta ahora :D

Y sin más, me despido hasta la próxima entrada. ¡Mucho ánimo con el nuevo curso y con el MIR!

sábado, 6 de agosto de 2016

La barrera de la bata blanca

Es curioso lo distinto que se ve todo desde el otro lado.  Cuando no llevas bata blanca.

Por circunstancias familiares, me ha tocado estar al lado de la cama, en la sala de espera, turnándome con otros parientes porque solo se puede entrar de dos en dos en las habitaciones de la Reanimación...

Y es francamente curioso lo diferente que es todo.
Con bata blanca, puedes pasear por donde quieras, nadie te dice "aquí no puede estar", te sientes parte de ese gran engranaje que es el hospital. Se te tiene más o menos en cuenta, si preguntas te explican, llegas a sentirte como en casa. O casi.

Sin bata, eres un cero a la izquierda. Estás en una planta cualquiera y no puedes hacer absolutamente nada de lo que haces cuando estás de prácticas. No puedes leer la historia clínica de tu ser querido, no puedes explorarle, te enteras de lo que ha dicho el equipo médico responsable por lo que dice un familiar que le ha dicho otro familiar, como el teléfono escacharrado. 
Vas de visita cuando puedes, y si te toca fuera del pase de planta preguntas a cualquiera de Enfermería y te explican lo que pueden, quedándote tú siempre con sensación de que te falta el setenta y cinco por ciento de la información. 

Me cuesta aceptar el cambio de rol. Asumir que lo único que puedo hacer es acompañar. Me frustra.


domingo, 3 de julio de 2016

Rotación por Nefrología

¡Hola a tod@s!

¿Qué tal estáis?

Tengo muchas ganas de contaros qué tal me ha ido en Nefro.




He estado en este servicio una semana, voluntariamente una vez habiendo empezado las vacaciones.
¿En serio has hecho eso? ¿En serioooo? Pues sí. Una que es un culo inquieto.

Y ha sido muy chulo porque he podido ir desde que empezaban a las 9 hasta que quisiera marcharme, cosa que durante el curso no nos permiten hacer (en mi hospi rotamos unas horas determinadas, que van cambiando con los cursos). 

De todas las especialidades englobadas dentro de la asignatura Patología Médica, escogí Nefrología para esta rotación porque no pude rotar por ella durante el curso, tenía bastante curiosidad y todos los compañeros que sí habían pasado por ahí me habían hablado muy bien.
Y no me he equivocado.

He estado a gustísimo, me ha gustado mucho más de lo que pensaba la especialidad, he visitado partes del hospital en las que no había entrado nunca (como la planta de Hematología; ¡me acordé mucho de ti, Marrow!

He podido estar en las dos plantas que tiene Nefro en mi hospital; por un lado la de pacientes agudos y trasplantados, y por otra la de pacientes ingresados por episodios un poco más crónicos. He estado contenta en las dos. 
En la de agudos me gustaba que, al tener pacientes ingresados en UCI que también tenían el riñón mal, nos movíamos por el  hospital para visitarles. Otra cosa que me ha resultado muy interesante es el ajuste de medicación inmunosupresora de estos pacientes y las continuas consultas a otras especialidades, sobre todo Hematología, porque había un par de pacientes ingresados con patología sanguínea (has estado muy presente en mi cabeza en esta rotación, Marrow jaja)

De la planta de crónicos me llevo haber leído las historias clínicas de arriba a abajo, haber tenido que mirar imágenes (aquí me he acordado de Pablo), ajustado tratamientos, ¡haber escrito un evolutivo! Que ya sé que cuando sea resi lo que menos me gustará será el papeleo, pero cuando eres estudiante que te dejen hacer cualquier cosa es emocionante jaja Aunque sea un evolutivo.

Algo que no me ha gustado ha sido que prácticamente no exploran al paciente; solo auscultan y miran edemas, pero al menos estos días yo no he visto hacer una exploración completa o un poco más amplia como las he visto hacer en otras especialidades, y eso me ha echado para atrás porque a mí me encanta explorar; me atrae la idea de buscar,rebuscar y pensar para unir las piezas del puzzle que son los pacientes, y en mi cabeza eso empieza por explorarles.

En cambio, prestan mucha atención a la analítica y a cómo es la orina del paciente y cuánta cantidad orina y tal; me ha chocado porque no lo miran en ninguna otra especialidad, pero me ha gustado mucho porque además me han explicado cositas de la fisiología renal que no recordaba o directamente no sabía y al relacionarlo todo la sensación es muy gratificante.

En mi hospital se realizan muchos trasplantes de riñón, y por eso siempre hay gente en la planta de agudos, pero aún y con eso son poquitos y, lejos de parecerme aburrido me ha encantado porque ¡por fin! he podido leer las historias con calma, preguntar lo que no sabía, mirar la medicación que toma el paciente con tranquilidad, sin pausa pero sin prisa, como me gusta hacer las cosas a mí.

Y me ha encantado la sensación de Medicina Interna que me ha transmitido, porque el riñón está tan relacionado con tooodo el organismo que hay que prestar atención al paciente en su globalidad.

Respecto al trato al paciente, he de decir que es inmejorable. Son pacientes que, o bien llevan mucho tiempo enfermos o bien están ingresados un montón de días, y aunque sé que eso es horrible para ellos también hace posible que casi (y sin el casi) se tuteen con los médicos porque el trato es muy cercano, como si se conocieran.
Además hay pocos pacientes, así que el personal puede charlar con ellos un poco (o un mucho) y eso se nota en el ambiente relajado y distendido que se aspira cuando pasas planta por allí.

Y ya, como colofón, un día me dejaron entrar a ver un trasplante de riñón de donante vivo que fue muy interesante porque la operación era complicada por una anomalía anatómica del riñón a trasplantar. Aun así, me ha servido para comprender que NO quiero ser cirujana. 
Todo sea que durante sexto, con un rotatorio de un mes por una especialidad quirúrgica,  cambie de opinión, pero de momento me ha gustado muchísimo más el día a día de la planta que del quirófano.

Tengo pendiente de contaros otras dos rotaciones, pero eso será ya cuando vuelva de vacaciones. 
Hasta entonces... ¡Feliz verano! Disfrutad todo lo que podáis y más :D

¡Un beso!