¡Hola! ¿Qué tal estáis?
Estamos a las puertas del nuevo curso, pero qué más da, yo sigo contando las rotaciones del curso anterior xD
Psiquiatría fue una de las rotaciones más
intensas de todo el curso; tenía unas ganas tremendas de visitar la planta de
Psiquiatría de mi hospital, y aunque salí de allí muy impactada también me
sentí bastante decepcionada.
En mi hospi cada grupo de prácticas nos dividimos para que solo uno de nosotros
estuviera en cada sitio: Urgencias, Primeros Episodios Psicóticos,
Interconsultas y Planta (creo que no me dejo ninguno). A mí me tocó Planta.
En el
hospital en el que yo estudio hay una planta de corta estancia, en la que solo
ingresan los enfermos que están en un momento muy crítico de su trastorno; ahí
estuve yo rotando.
Nunca había tratado de cerca con un paciente psiquiátrico, y
emocionalmente me resultó muy duro. Al ser una planta de agudos, había
pacientes que estaban en un momento muy grave de su enfermedad, y me impresionó
mucho ser testigo de las patologías vistas en las clases magistrales como simple
teoría encarnadas en personas de carne y hueso, con familias, con un pasado en
el que estuvieron sanos…
Me afectó especialmente ver a los pacientes jóvenes, se me rompía el alma al ver
cómo estaban y cómo estaban sus familiares. Recuerdo sobre todo a un chico con
esquizofrenia residual (“se diagnostica
en pacientes que ya no presentan síntomas psicóticos importantes pero que
alguna vez cumplieron los criterios diagnósticos de esquizofrenia y siguen
mostrando signos de la enfermedad como embotamiento afectivo o comportamiento
excéntrico” Introducción a la Psiquiatría de Black & Andreasen,
página 97) al que me resultó muy muy duro tratar porque el médico me contó que
había debutado tras bastante tiempo consumiendo drogas y que su padre no lo
había llevado al hospital hasta muchos meses más tarde de empezar con el
cuadro, y que por eso el tratamiento había tenido tan pocas posibilidades de
mejora y ahora estaba así (cuanto más
tiempo transcurre entre el comienzo del cuadro y el tratamiento, más huella
deja la enfermedad en el paciente y menos se puede recuperar); y pensé en
lo injusto de la situación, en que yo nunca he consumido drogas, en en qué
lugares tan sórdidos podemos terminar cualquiera de nosotros por culpa de
cuatro malas decisiones…
También ha sido la rotación en que menos me he atrevido a participar
como estudiante en prácticas, porque no sabía cómo hay que hablarles a los
pacientes; si hay que animarles o no, negar sus ideas delirantes o no, callarse
o conversar con ellos… Creo que el equilibrio emocional de una persona con una enfermedad mental es muy frágil, y me daba miedo generarles ansiedad o enfado. Así que opté por cerrar el pico y aprender de cómo
llevaba las entrevistas el médico con el que estaba. Cuando cambié de médico vi
que, como siempre y en todas partes, cada cual tiene su forma de hacer las
cosas, pero más o menos sí que me quedé con ciertas reglas básicas.
La decepción de la que os hablaba vino porque, al ser una planta de agudos, los pacientes están poco tiempo y no hay casi nadie que haga un trabajo psicológico continuado con ellos.
¿Recaen, vienen a las urgencias de mi hospi, les ajustan la medicación, se estabilizan y se vuelven a casa a volver a bregar contra su enfermedad solos? Pues, en la mayor parte de los casos, sí. Tal vez esté equivocada, pero me dio la sensación de que la parte psicológica de la enfermedad mental recibía muy poca atención. Ya sé que la sanidad pública no lo cubre porque es muy caro y demás, pero me esperaba que, al menos durante la estancia, la atención psicológica fuera mayor.
Cambiando de tema, no me veo en absoluto capaz de ser psiquiatra. No valgo para
ese trabajo, me resulta emocionalmente agotador y doloroso, me llevaría las
penas de todos mis pacientes a casa.
Además de que tengo que reconocer que el hecho de que se deje bastante
de lado el resto del cuerpo humano me repele un poco, porque es una parte de la
Medicina que me gusta mucho y con la que no quiero dejar de tener contacto. Con esto no quiero decir que los Psiquiatras se olviden de todo lo que no es la patología mental, ni mucho menos; manejan mucha medicación, y ya solo por eso tienen que controlar el organismo de sus pacientes en conjunto con mucha soltura, y las contraindicaciones e interacciones de los fármacos... Pero no se encargan de la fisiología cardiaca, digestiva, pulmonar... Y a mí eso es una de las cosas que más me gustan de la carrera, estudiar cómo funcionan los órganos.
Así que, a pesar de que me encantó y me alucinó y me entusiasmó estudiarla, de momento no valoro Psiquiatría como una opción de futuro.
¿Y vosotros? ¿Habéis rotado por Psiquiatría? ¿Os llama la atención?
Por cierto; hace poco creé una cuenta de Instagram y actualicé la de Twitter; las tenéis las dos en la pestaña de Contacto. Muchas gracias a los que os habéis animado a seguirme hasta ahora :D
Y sin más, me despido hasta la próxima entrada. ¡Mucho ánimo con el nuevo curso y con el MIR!